Para mi blog

Me gusta mi blog. Porque:
-Cuido lo que escribo
-Utilizo el vocabulario más rico que me puedo permitir
-Desarrollo la historia de un modo muy directo
-Me gusta la cantidad de personajes que hay y como son
-Hay gente que lo sigue y deja comentarios, y eso los honrra.
Me gusta mi blog. Y nadie me va a hacer cambiar de opinión. (:
Leelo, si tienes tiempo, igual te gusta...

lunes, 26 de octubre de 2009

La mesa 24

La noche era cruda. Yo estrenaba mi chaqueta de tela para otoño que había comprado horas antes. Habíamos quedado en el pub de siempre, cálido y acogedor, que siempre nos motivaba a tomar un gin-tonic; aunque yo, siendo sincera, los odiaba.
Aligeré algo el paso y finalmente llegué y me las encontré a todas tiritando y al lado del fuego, no, perdón, todas no.
Faltaba Erin. ¡Siempre debía de llegar tarde! Y, querido lector, no exagero. Su tendencia estresaba hasta al mas paciente, que en este caso se trataba de Zoey. Nunca sobrepasaba el límite. Era una excelente mediadora en las peleas que había en el grupo. Eso nos ayudaba a todas; siempre venía bien tener gente de todo tipo en un grupo y no ser exactamente de la misma personalidad.
Me acerqué a ellas. Casi no podían levantar la vista. yo, en cambio, no se por qué, aunque estuviese muy acalorada o incluso lo contrario, helada, mi cuerpo reaccionaba de forma corriente. No hubo ni una vez en la que estuve enferma. Ni una. Ni ninguna vez en la que fuese al médico. Ni una. Por esta razón puede que sea por la que siempre acudía a todas las citas, eventos, celebraciones, fiestas, etc. ¡Bien! Resultaría divertido, pero, sin tener la intención de ser aguafiestas, no lo eran. Las chicas siempre quieren ser el centro de atención, pero cuando lo eres excesivamente, cansa. Por eso me busqué este grupo de amigas: divertidas, inteligentes, y, sobretodo, me acompañan a donde les pida, así, por lo menos, llamamos la atención todas. Y eso a ellas les gusta, así que todas salimos ganando.
-Hola.
-Hola, Izzie-me saludó Sharon.
-Así que Erin otra vez llega tarde... ¿no?
-mmm... por una vez te equivocas. Está en el baño. Bueno, ella nos dijo que si venías mientras estaba en el baño que no te lo contásemos , pero es que es muy fuerte-Sharon se acurrucó a Zoey y sonrió pícaramente- Veras...
Sharon! Calla la boquita o te corto la manita- esa fue Erin, que apareció de la nada con una expresión de ira y tristeza a la vez.
-Entonces ya tienes los resultados...-Zoey esperaba una repuesta pero no la obtuvo.
Yo misma saqué mis propias conclusiones. Resultados... seguramente fueran unos resultados médicos, pero, ¿de qué? Erin siempre había estado relativamente sana. De repente, Erin se sentó débilmente a mi lado, apoyó la cabeza en mi hombro y se puso a llorar. Era una pena tremenda la que sentía por dentro. Si ya te duele ver a un amigo llorar, lo peor es que llore a tu lado.
-Tranquilízate-le acaricié el pelo, ya que, en su estado, no me atrevía a preguntar nada, aunque, no hizo falta porque súbitamente comenzó a hablar.
-Fu..e to..do a..yer-hizó una pausa para sorberse la nariz- Yo esta..ba aqu..i, e..n est..a mes..a. Hab..ia pedi..do una cop..a de vin..o, y, un chic..o se me acerc..o y bu..en..o-cogió un pañuelo de la mesa y se limpió un poco la cara. Al ver que todo el restaurante la observaba, intentó tranquilizarse un poco y continuó- habl..am..os un rato y el resto os lo po..deis imaginar. Ho..y fui a la farmacia y compré un test de embarazo. Cuando llegué aquí, les c..onté que podría haber posibilidad de embarazo. Corrí al baño e hice el test. Me parece que ya está el result..ado, ¿puedes comprobarlo tu, Izzie?
Me tendió la prueba. Yo estaba atónita con la historia, pero finalmente lo alcancé. Le dije el resultado, y lo único que recuerdo de esa noche es un desmayo y una copa de vino derramada.

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